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CASA DE APUESTAS

Si pudiera apostar
en este singular combate a muerte
del ser humano vs. la Tierra

[En un lado del ring
la Tierra, inerme e indefensa
con sus selvas y bosques devastados
sus desiertos crecientes
las aguas hediondas de sus ríos
sus océanos poblados de desechos
el deshielo inquietante de sus polos
su atmósfera abrasada
y todos sus recursos en peligro
por la voracidad enfermiza de una especie

Y en el otro
esa plaga imparable que pulula
por todos los rincones del planeta
como se multiplican
las células de un cáncer agresivo
seres incontrolados
con un ansia insaciable
que esquilma los recursos sin plan B
que transforma sin tregua la materia
en montañas ingentes de residuos
y heces radioactivas
que ya no habrá manera de ocultar]

si pudiera apostar
lo haría, sin dudarlo, por los seres humanos

con todo mi dolor y mi pesar

como el que apuesta
contra su propio equipo
y sabe que ganar
tendrá el sabor amargo
de las victorias pírricas

SIGNOS

En un acto comunicativo los signos son el medio para transmitir la información. El signo, en la comunicación humana, se percibe a través de los sentidos. Los signos sustituyen a los objetos o conceptos de la realidad, a la que llamaremos referente. La información sobre el referente es posible porque ese signo evoca en la mente del receptor el mismo concepto o imagen que en la del emisor.

Estar todo el día en la carretera a veces te hace sentir tan tonto como esas gallinas a las que hipnotizan trazando con tiza una línea blanca en el suelo. Conduciendo durante todo el día no pareces mucho más listo que una gallina. Llegar a casa o a algún destino provisional resulta a veces tan desconcertante y, al mismo tiempo, tranquilizador como si salieras del trance letárgico inducido por las malas artes de un perverso hipnotizador. Es normal que en muchas ocasiones casi no recuerdes nada del trayecto.

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PLAYA DEL NORTE

Si me dejaras solo

buscaría en el norte

una playa apartada

donde rugiera un mar

huraño y rencoroso

que a mordiscos de espuma

devorara la arena

y se diera de bruces

sin descanso y sin tregua

contra el muro impasible

de los acantilados

a los que subiría

a arrojar mi teléfono

con todos mis contactos

y mis passwords

a las fauces heladas

del Cantábrico

EL CALOR DE LOS FOCOS

Esta mañana, nada más levantarme, vi el nombre de Txema en los trending topics. Inmediatamente llamé a mi amigo Carlos. Aunque primero me aseguré de que el Txema al que se referían los tuits era el que yo pensaba, y no uno de esos frikis de los realities de la televisión, que siempre me confunden cuando entro en Twitter porque no veo ninguno de esos programas de mierda. «¿Has visto lo de tu amigo Txema?», le pregunté a Carlos en cuanto descolgó. «¿Txema?», respondió descolocado, probablemente aún medio dormido. «Entra en Twitter porque te vas a descojonar cuando veas la que está liando.» Sigue leyendo

WRONG WORLD

Esa frustrante sensación
al elegir película
en el amplio surtido
que me ofrecen
todas las plataformas

de entertainment

o al empezar a ver
otra serie de moda
prescindible
porque la recomienda
un algoritmo
que procesa mis fallos
anteriores

o al leer otro libro
irrelevante
pescado por azar
en el río incesante
de ediciones
que desembocará
en ninguna parte

esa frustrante sensación
me advierte del peligro
de estar creando
en mi interior
un mundo equivocado

SEÑALES

Pues me gustaría que supieras, antes de nada, que fue una decisión meditada, sopesada, racional. Aunque hubo señales. Previas. Señales, sí, señales. Y no soy nada supersticioso, pero a veces suceden cosas extrañas, como si la realidad intentara enviarte un mensaje importante por todos los medios posibles. No te estoy hablando de una epifanía ni de nada parecido, sino de señales, señales inequívocas que me decían que tenía que dejarlo. Sigue leyendo