LA HOGUERA
Aunque miles de libros
se almacenan, se ignoran
se apilan en montañas
y trepan por las mesas
de críticos insomnes
que ya no pueden más
Aunque muchos se mueran
vírgenes, sin lectores
sin que nadie les preste
sus horas y sus días
y sean poco más
que un mazo de papeles
que alguien reciclará
Aunque todos sepamos
que hace falta una purga
una quema de libros
como la que Cervantes
hizo en la biblioteca
de aquel hidalgo loco
que no supo escoger
buena literatura
nadie que escriba un libro
ofrecerá sus páginas
para encender la hoguera